domingo, 27 de julio de 2014

GUALJAINA, un pequeño paraiso

9 de enero de 2014 El plan para ese dia era descansar y usar la pileta, pero amaneció nublado y frio. Así que después de desayunar abundantemente en el comedor de la hostería, nos quedamos allí mismo, hojeando los libros con fotografias de la zona y los mapas del lugar. Tambien estuve sancando fotos. El vicio es el vicio.
Al mediodía fuimos a almorzar a La Piedra, una pequeña sandwicheria sobre la calle principal. Pedimos un super pancho y dos sandwiches de lomito completos, para entretenernos en la espera nos sirvieron una tablita de quesos y aceitunas muy sabrosos y que desapareció casi al instante. El sandwich de lomito era de tamaño gigante y muy rico, sumados tres bebidas pagamos $.175. Para pasar la tarde compramos tortas fritas y facturas y fuimos a tomar mate a las orillas del rio Gualjaina.
El tiempo había cambiado y era ahora cálido y soleado y subiendo un poco la montaña se veían a lo lejos los picos nevados. El rio Gualjaina es cristalino, un lecho de pequeñas guijarros y el agua tan fria que al rato ya no se sienten los pies.
Esa noche para cenar optamos por la comida que ofrece la dueña de la hostería. Canelones de verdura y estofado de cordero, de postre helado y budin de pan. $.174. Muy sabroso.